jueves, 29 de noviembre de 2012

MARCIAL. EPIGRAMAS. Sic me vivere, sic iuvat perire.

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CERRO DE BILBILIS 

 

 

 

Marcial, Epigramas XII 18

 

 

*

 

"Mientras quizás tú, Juvenal, vas errante sin reposo por la bullanguera Subura, y recorres el monte de la diosa Diana; mientras sudas bajo la toga que el aire agita, al recorrer los palacios de los poderosos y te fatiga el grande y el pequeño Celio, a mí me recibió en su seno, después de muchos inviernos, mi Bilbilis, soberbia por su oro y por su hierro, y ha hecho de mí un labrador.  Aquí, entregado a la pereza, cultivo con trabajo agradable el Boteado y la Platea, esos son los nombres demasiado rudos por estas tierras Celtíberas, disfruto de un sueño profundo e interminable, que a duras penas me rompe la hora tercia, y ahora recupero todo lo que he dejado de dormir durante treinta años.  No veo para nada la toga, pero cuando lo pido me dan un vestido próximo que está encima de un sillón roto.  Al levantarme me recibe un hogar alimentado por un montón de leña recogida en el vecino carrascal, y la mujer de mi encargado rodea de una multitud de ollas. Enseguida se me presenta el cazador, que tú querrías tener en una selva retirada.  El encargado imberbe distribuye sus raciones a los esclavos y les ruega que se corten los largos cabellos.  Así me gusta vivir, en esta vida deseo que me encuentre la muerte".

 








BILBILIS

 



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